Las empanadillas de manzana y canela son un postre sencillo y sabroso que se puede preparar en una hora, sobre todo si se dispone de hojaldre ya preparado. Es una gran opción de postre para una acogedora merienda en casa o una pequeña reunión con amigos.
Me encanta esta receta porque es perfecta para cuando quieres algo rico pero no te apetece cocinar algo complicado. Al usar hojaldre ya preparado, puedo hacer rápidamente hojaldres crujientes y dulces con un relleno sabroso.
Estos hojaldres saben como una tarta de manzana clásica. Es muy importante utilizar manzanas jugosas, crujientes y dulces para cocinarlas, porque el sabor y la textura finales dependen mucho de ellas. Córtalas en dados pequeños para que tengan tiempo de hornearse completamente y ablandarse. También recomiendo no pasarse con la canela para no opacar el sabor natural de las manzanas.
Descongelar previamente el hojaldre. Lavar y cortar las manzanas en dados.
Poner las manzanas en un cazo con 3 cucharadas de azúcar y media cucharadita de canela.
Poner el cazo a fuego medio y cocer durante unos minutos, removiendo constantemente, hasta que el azúcar se haya disuelto. Remover la maicena en un poco de agua fría hasta que quede homogénea y añadirla a las manzanas.
Remover bien y cocer las manzanas durante unos minutos hasta que el zumo se haya espesado (toda la mezcla debe estar pegajosa). A continuación, retirar del fuego y dejar reposar las manzanas.
Espolvorear la masa descongelada con un poco de harina y extenderla con un rodillo hasta obtener un grosor de unos 0,5 cm. A continuación, cortar círculos (yo lo hice con un vaso y un cuchillo).
Yo tenía 2 láminas de hojaldre ya hechas con las que hice 16 círculos (también utilicé la masa sobrante después de cortarla). Es importante obtener un número par de círculos de masa.
Haz pequeños cortes en forma de copo de nieve en la mitad de los círculos de masa (mira cómo lo hago en el vídeo).
Unta 1 cucharada del relleno de manzana en cada uno de los círculos restantes (los que no tienen los cortes). Cubre con un círculo de la masa marcada, presionando los bordes un poco con los dedos y luego pasando un tenedor alrededor del círculo para crear un bonito borde festoneado.
Pincelar los hojaldres con yema de huevo y espolvorear con un poco de azúcar de caña (esto hará que la corteza esté más dorada).
Meter los hojaldres en el horno precalentado a 175°C durante 15-20 minutos (modo convección). Después, saca los hojaldres del horno y déjalos enfriar. ¡Que aproveche!
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