¿Te encantan los cítricos? En ese caso, esta receta es para ti. La próxima vez, no tires las cáscaras. Úsalas para hacer ralladura confitada, un capricho de azúcar delicioso.
Yo he utilizado piel de naranja, limón, lima y pomelo. Te recomiendo que utilices tantos cítricos distintos como puedas, ya que aportarán sabores y aromas diferentes a la cáscara confitada. Los caramelos resultantes tienen un sabor ácido, dulce y cítrico. Se pueden utilizar como golosinas solas (¡a los niños les encantan!), servirlas con bebidas o utilizarlas en lugar de relleno en postres o productos horneados (basta con cortarlas en rodajas y añadirlas a la masa de magdalenas o bollos).
El proceso de cocción es muy sencillo y no requiere ninguna habilidad especial, pero sí mucho tiempo (unas 2 horas para todo). Primero, tendrás que pelar la ralladura, escaldarla, hervirla en jarabe de azúcar y secarla. Mi receta detallada paso a paso le ayudará a preparar una delicia saludable que le encantará a usted y a sus seres queridos.
Coge 8 o 9 de cualquier cítrico (yo usé naranja, limón, lima y pomelo). Lávalos bien con una cucharadita de bicarbonato sódico, acláralos y quítales la humedad.
Corta la parte de arriba y abajo de la fruta (no la utilizarás). Haz 4-6 cortes circulares a lo largo de la fruta y pela la piel.
Ahora, corta con cuidado el albedo (la capa blanca esponjosa interior) de la corteza. Cuanto más cortes, menos amargor tendrá. A continuación, corta la corteza entera en tiras o crúzala en formas.
Coloque las tiras de cáscara en un cazo y llénelo de agua (el agua debe cubrir las tiras).
Llévelas a ebullición a fuego lento y cuézalas durante 3-4 minutos. A continuación, escurra el agua, vuelva a verter agua sobre la cáscara y repita este paso una vez más. Esto eliminará el amargor. Tras el segundo hervor, escurra el agua, coloque la cáscara en un colador y déjela reposar.
Añada 600 gramos de azúcar y 315 ml de agua al cazo vacío. Caliente a fuego medio y remueva para disolver completamente el azúcar. Añada 2 cucharaditas de zumo de lima y lleve el almíbar a ebullición.
Cuando el almíbar empiece a hervir, reducir el fuego a bajo y añadir las tiras de ralladura. Cocer a fuego lento durante 50-60 minutos, removiendo de vez en cuando.
Transcurrida 1 hora, retirar las tiras de ralladura de la sartén con un cucharón ranurado y pasarlas a un colador para escurrir el exceso de almíbar. Dejar enfriar el almíbar. Una vez frío, viértalo en un tarro y guárdelo en el frigorífico. Este sirope se puede utilizar en otras recetas, como postres o bebidas.
Coloque las tiras de cáscara en una bandeja de hornear forrada con papel pergamino y distribúyalas de manera uniforme para que no se toquen. Deje secar a temperatura ambiente durante 30 minutos.
Mientras las tiras se secan, prepare la cobertura agridulce. Mezcle todos los ingredientes en un bol hondo: 80 gramos de azúcar, 10 gramos de azúcar en polvo, 1-2 cucharadas de ácido cítrico (añada gradualmente 1/2 cucharadita de ácido cítrico y pruebe cada vez) y 1 cucharadita de maicena. Mezcle bien.
Añada las tiras de cáscara enfriadas a los sprinkles y cúbralas bien. Espere unos minutos a que se impregnen bien y disfrute.
Guarde las cáscaras de cítricos confitadas terminadas en un recipiente hermético o en un tarro a temperatura ambiente durante no más de un mes (aunque creo que se acabarán mucho antes). ¡Que aproveche!
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