El pudín de chocolate es un postre clásico con un sabor intenso, una textura suave y una lista de ingredientes sencilla. En esta receta preparo el pudín con leche, yemas de huevo, cacao y almidón de maíz (¡todo esto seguro que lo tienes en casa!). Queda cremoso, espeso y muy agradable al paladar – sin espesantes especiales ni ingredientes complicados.
Este pudín es perfecto para preparar con antelación: se conserva de maravilla en la nevera durante varios días y mantiene bien su forma. Puedes servirlo en copas individuales o en un recipiente grande, decorándolo con chocolate rallado, nata montada o frutos secos. A continuación te dejo una guía paso a paso para que prepares este delicioso pudín de chocolate en casa.
En un bol grande, bate con un batidor de mano 2 yemas de huevo, 2 cucharadas de almidón de maíz y 60 ml de leche hasta que la mezcla quede completamente homogénea.
Luego toma un cazo, añade el azúcar, el cacao en polvo y la leche restante (aproximadamente 480 ml).
Pon la mezcla a fuego medio y caliéntala bien (¡pero sin que llegue a hervir!). Procura remover la mezcla constantemente.
Cuando la mezcla esté caliente, retira el cazo del fuego. Vierte la mitad de la mezcla en una jarra con pico vertedor; esto es necesario para que puedas verter el líquido lentamente más adelante.
Comience a batir enérgicamente la mezcla de huevo (del primer paso) y, al mismo tiempo, agregue muy despacio (en un hilo fino) la mezcla de chocolate del recipiente. Luego, sin dejar de mezclar, incorpore el resto de la masa de cacao de la cacerola.
Cuando todo esté bien mezclado, vierte la mezcla resultante de nuevo en el cazo que usaste y ponlo a fuego medio. Remueve constantemente hasta que la mezcla espese (verás que poco a poco se vuelve más brillante). Cuando empiecen a aparecer las primeras burbujas, retira el cazo del fuego.
Agrega la mantequilla y el extracto de vainilla al pudín que has preparado, y mezcla bien hasta que se disuelvan por completo.
Luego, vierta el pudín en un bol o recipiente y cúbralo bien con film transparente, asegurándose de que el plástico toque directamente la superficie del pudín. Déjelo en el refrigerador hasta que esté completamente frío (yo lo dejé toda la noche).
Después de enfriarse, el pudín estará listo para disfrutar. Al momento de servir, puedes decorarlo con virutas de chocolate, nueces troceadas, crema batida o helado de vainilla. ¡Que lo disfrutes!
Para un sabor intenso, lo ideal es usar cacao sin azúcar y con un alto contenido de grasa (mínimo 20%). Busca cacao con la etiqueta “alcalinizado” – le da al pudín un color más oscuro y un sabor más suave.
El pudín ya preparado se puede guardar en la nevera hasta 3-4 días. Consérvalo en un recipiente cerrado o cubierto con film. Ten en cuenta que no se debe congelar – después de descongelarlo, pierde su textura.
Tamaño de la ración135 g
Porciones4
Calorías 310 kcal
Grasa total 13.5 g
Carbohidrato total 41 g
Proteína 7.8 g
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