La panna cotta es un postre clásico de la cocina italiana, conocido por su sencillez y su sabor delicado y cremoso. En esta receta, le mostraremos cómo hacer una espectacular versión de panacotta en dos capas, en la que una capa es de chocolate y la segunda es la clásica de vainilla. Un postre así es universal. Será perfecto tanto para una cena como para una sencilla reunión familiar.
Primero hay que preparar la parte de vainilla de la panacotta. Para ello, remoje la gelatina en agua fría durante unos 15 minutos.
Vierta la leche y el 20% de nata en un cazo y caliéntelo a fuego lento. Añada la vainilla y el azúcar y remueva hasta que se disuelvan por completo.
Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, la leche debería haberse calentado un poco y estar tibia. Retirar el cazo del fuego, añadir la gelatina hinchada y remover con un batidor hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierta la mezcla resultante en cuencos individuales y refrigérela durante 2 horas.
Cuando la parte de vainilla de la panacotta haya cuajado, prepare la parte de chocolate. Remojar la gelatina en agua fría durante 15 minutos.
Mientras la gelatina se hincha, coger el chocolate y picarlo finamente.
Vierte de nuevo la leche y la nata en el cazo y ponlo a fuego lento. Añadir el chocolate y remover hasta que esté completamente derretido. A continuación, añadir el azúcar (al gusto, según el dulzor del chocolate) y el cacao en polvo.
Retirar el cazo del fuego. Añadir la gelatina hinchada y remover bien. Esperar a que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente.
Cuando la mezcla del cazo se haya enfriado, sacar los cuencos de panacotta de vainilla del frigorífico y verter en ellos la mezcla de chocolate a través de un colador. Vuelva a meterlos inmediatamente en el frigorífico durante 1,5 a 2 horas más.
Transcurridas 2 horas, la panna cotta estará completamente cuajada y lista para comer. Puede servirla en la misma fuente en la que se hizo o pasarla a un plato bonito y decorarla con virutas de chocolate.
Para desmoldar la panacotta, hierva agua en un cazo, sumerja suavemente el molde en el agua durante unos segundos y gírelo (vea cómo lo hago en el vídeo a continuación). A continuación, simplemente invierta el molde sobre una fuente de servir y la panacotta saldrá fácilmente sin romper su forma. Lo más importante es no dejar el molde demasiado tiempo en el agua caliente o el postre goteará.
Comentarios