Los kkwabaegi (꽈배기 o rosquillas retorcidas coreanas) son un popular tentempié callejero en Corea del Sur. Son conocidos por su textura suave y aireada y su gran sabor.
Estos donuts se elaboran con una simple masa de levadura, se fríen y se cubren con un ligero espolvoreado de azúcar en polvo (a veces canela). El método de cocción es bastante sencillo, pero necesitará mucho tiempo para preparar la masa.
Si quieres probar la auténtica comida callejera coreana en casa o buscas una nueva receta de repostería interesante, ¡esto es para ti! Por cierto, ya he preparado otro plato de comida callejera coreana: el sándwich de huevo. Te recomiendo que le eches un vistazo.
Mezclar 3 cucharadas de azúcar (35 gramos), 1 sobre de levadura seca (7 gramos) y 50 ml de leche tibia. Mezclar hasta que no queden grumos y el azúcar esté completamente disuelto. A continuación, dejar reposar la levadura durante 15 minutos.
En un bol grande, mezclar la mantequilla derretida y el huevo a temperatura ambiente. Verter la levadura hinchada y los 190 ml restantes de leche a temperatura ambiente y mezclar bien.
Tamizar la harina en un bol y añadir la sal. Coger una espátula y amasar la masa hasta que quede suave (tardará unos minutos). La masa debe estar pegajosa.
Cubrir el bol de masa con film transparente y una toalla y dejar reposar en un lugar cálido durante 1,5 horas.
Al cabo de hora y media, la masa debe haber doblado su tamaño. Espolvorear las manos y la masa con un poco de harina y amasar de nuevo (esta vez con las manos). Cubrir con papel film y dejar reposar en un lugar cálido durante otros 30-40 minutos. Transcurrido este tiempo, la masa debería doblar su tamaño.
Transcurridos 40 minutos, espolvorear harina sobre la superficie de trabajo, colocar la masa sobre ella y amasarla enérgicamente durante 5-7 minutos. La masa debe quedar homogénea y pegajosa.
Hacer una bola con la masa y dividirla en 16 trozos (yo tenía unos 42 gramos cada uno). Hacer una bola con cada trozo y colocarlo bajo una toalla húmeda.
Este es el paso más importante.
Coger una bola de masa y empezar a enrollarla con las manos desde el centro hacia los bordes. Separa ligeramente la masa con las manos, pero no demasiado para no romperla. Deberías tener un rollo de masa de unos 30-32 cm de largo.
A continuación, empieza a retorcer el rollo. Coloca las manos en los extremos de la masa y empieza a enrollarlos en direcciones opuestas, uno hacia ti y el otro en dirección contraria.
Levanta la masa por los extremos y júntalos rápidamente. La masa debe retorcerse en el aire para formar una trenza (recomiendo ver el vídeo al final de la receta para ver cómo hacerlo).
Coloca el donut sobre una superficie, aprieta bien los extremos y retuércelos. El donut debe mantener bien la forma y no deshacerse. Retíralo bajo una toalla y haz lo mismo con todas las bolas de masa.
Importante: mientras enrollas las bolas de masa, gira periódicamente los donuts retorcidos para que no se abollen.
Coloca los donuts retorcidos bajo una toalla durante unos 30 minutos para que se hinchen un poco más.
Mientras tanto, caliente el aceite para la freidora: coja una sartén, añada el aceite, póngala a fuego medio y deje que el aceite se caliente a 175°C. Comprobar la temperatura con un termómetro, un trozo de pan o un palillo de madera. Yo elegí un trozo de pan blanco: lo sumergí en el aceite e inmediatamente aparecieron muchas burbujas a su alrededor. Eso significa que el aceite está suficientemente caliente. Lo mismo ocurrirá con un palito de madera. Después de comprobarlo, reduce el fuego a medio.
Pasados 30 minutos, empieza a freír los donuts en el aceite. Fríe cada donut durante 4 minutos hasta que estén bien dorados y doraditos, dándoles la vuelta cada minuto.
Coloque los donuts terminados sobre una toalla de papel para eliminar el exceso de aceite.
Espolvoree los donuts con azúcar o azúcar glas mientras están calientes (puede espolvorearles cualquier cobertura si lo desea).
¡Los donuts retorcidos coreanos suaves y esponjosos están listos! ¡Que los disfrutes!
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