Una sencilla receta de panecillos suaves y dorados rellenos de salsa pesto y queso mozzarella. Ideales con sopa o como aperitivo. Servidos directamente del horno y cubiertos con sabrosa mantequilla, ¡seguro que impresionan a su familia o invitados!
Al cocinarlos, es importante no abusar del pesto para que los panecillos no queden demasiado húmedos por dentro. Lo mejor es utilizar pesto casero recién hecho, pero el comprado también sirve (es el que yo utilicé). En cuanto al queso, lo mejor es usar mozzarella: se estira perfectamente, lo que da a los panecillos una textura increíble. Pero nadie te impide probar otros quesos blandos.
En un bol grande, mezcla la leche tibia (caliéntala un poco en el fuego o en el microondas), la levadura instantánea, el azúcar, el huevo y el aceite de girasol. A continuación, añadir la harina y la sal y amasar con una espátula. Cubrir con film transparente y dejar reposar a temperatura ambiente durante 1 hora.
Después de 1 hora, vuelva a amasar la masa un poco más con una espátula para quitarle el aire.
Pasar ahora la masa a una superficie de trabajo espolvoreada con harina. Pase un poco la masa por la harina y divídala en 8-10 partes iguales.
Forme una bola con cada parte de la masa. Cúbrala con film transparente y déjela subir durante 15 minutos.
Cuando la masa haya subido un poco, empiece a rellenarla. En primer lugar, amase con las manos cada bola de masa hasta obtener un pequeño pan plano.
Coloca 1 cucharadita de salsa pesto y 1-2 bolas de mozzarella en el pan plano (yo tenía una mozzarella de tamaño pequeño, así que puse 2 bolas cada vez).
A continuación, pellizca los bordes de la masa para que entre el relleno. Repítelo con todas las bolas.
Coloca todas las bolas rellenas en una fuente de horno forrada con papel pergamino. Cúbralas con papel film y déjelas levar otros 15-30 minutos.
Transcurridos 15-30 minutos, introducir los panecillos en el horno precalentado a 175°C y hornear durante 15 minutos. A continuación, abra el horno, cúbralo con papel de aluminio y hornee otros 5-7 minutos.
Los panecillos terminados deben untarse inmediatamente con mantequilla mientras aún están calientes. Para ello, mezcle la mantequilla derretida con el ajo finamente picado (1 diente) y media cucharadita de condimento de hierbas italianas.
Sirva inmediatamente (es cuando los bollos están más sabrosos). Puede guardar los bollos durante unos días, pero asegúrese de recalentarlos en el horno o en el microondas antes de servirlos. ¡Buen provecho!
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