Las gachas de sémola no sólo son un desayuno sano, sino también delicioso. Por supuesto, si se cocinan de la forma correcta (no como lo hace la mayoría de la gente).
La sémola se cuece con leche o agua. Hay matices en su preparación que te contaré en esta receta. Si sabes cocinar bien la sémola, no sólo podrás hacer gachas de sémola, sino también deliciosos postres a base de sémola.
Medir previamente todos los ingredientes: sémola, leche, sal, azúcar y mantequilla.
Lavar la olla utilizada con agua fría, ponerla en el fuego y verter 500 ml de leche. Se deja calentar lentamente hasta que hierva, a fuego lento, procurando que la leche no se queme.
Mezclar la sal, el azúcar y la sémola. En cuanto la leche se haya calentado, añadir lentamente la mezcla sin dejar de remover.
Sugiero utilizar una batidora y batir la leche directamente mientras se añade la sémola. De este modo, las gachas quedarán ligeras y suaves.
Cocer la sémola durante 5 minutos hasta que esté completamente hinchada (aconsejo utilizar un cronómetro). Remover continuamente para evitar que se pegue.
Mezclar la mantequilla con las gachas cocidas y remover bien. Si las gachas parecen demasiado aguadas, dejarlas en la sartén unos minutos; espesarán ligeramente.
Ya está, ¡las gachas de sémola están listas! Deben quedar sedosas y sin grumos. Ponla en un plato y añade las bayas que prefieras (yo prefiero frambuesas, arándanos y plátano). ¡Que aproveche!
Puede que la sémola no tenga muchas vitaminas ni minerales útiles, pero es rica en hidratos de carbono y proteínas de fácil digestión que pueden proporcionarle energía durante todo el día. Además, la sémola es una fuente de calcio que puede ayudar a fortalecer los huesos, los dientes y las uñas.
Las gachas de sémola son beneficiosas para las personas con problemas digestivos, insuficiencia renal, fatiga crónica y enfermedades gastrointestinales. También es hipoalergénica, por lo que resulta adecuada para la mayoría de las personas. Después de operaciones médicas, enfermedades graves, fatiga física y durante la recuperación, los profesionales de la salud aconsejan encarecidamente consumir este tipo de gachas.
Las gachas de sémola son un alimento muy calórico. Si existe preocupación por el exceso de peso, es importante medir con precisión las raciones.
Para obtener unas gachas de sémola más sabrosas, cocínelas siempre con leche. Utilice una proporción de al menos 1 parte de leche por 3 de agua. Si utiliza leche con menor contenido en grasa, puede añadir más.
Al preparar gachas de sémola, asegúrese de respetar las proporciones correctas o podrían resultar demasiado líquidas o espesas. Para obtener unas gachas perfectas, utilice 6 cucharadas soperas de sémola por cada litro de leche o una mezcla de leche y agua. Siguiendo estas proporciones se obtendrán unas gachas perfectamente espesas.
Añada la sémola a la leche sólo después de hervirla. Vierta la sémola poco a poco y remueva continuamente para evitar que se formen grumos. Este método garantiza unas gachas de sémola homogéneas.
Otra forma de evitar los grumos es humedecer la sémola con agua fría antes de añadir la leche caliente.
Para realzar el sabor, añada sal y azúcar a la leche mientras está caliente. Esto hará que tus gachas de sémola sepan mejor.
Cuando las gachas estén listas, añada mantequilla y las frutas frescas o secas que prefiera, o mermelada.
Para obtener un sabor más suave y cremoso, cuece la sémola en leche derretida.
Para evitar que se queme la leche, enfríe la olla con agua helada antes de hervirla. También puede añadir cubitos de hielo antes de verter la leche. Utilizando estas técnicas, no tendrá que preocuparse de que la leche se queme.
Después de hervir la leche, cuece la sémola durante cinco minutos. Para que las gachas queden más sabrosas y aireadas, añádales mantequilla y bátalas con un batidor de varillas.
Comentarios